El Día más IMPACTANTE: Fue cuando te conocí.
El Día más ESTUPIDO: Fue cuando nos peleamos.
El Día más INTERESANTE: Fue cuando te traté.
El Día más EMOCIONANTE: Fue cuando me hablaste por primera vez.
El Día más TRISTE: Fue cuando te vi llorar.
El Día más COMUNICATIVO: Fue cuando me llamaste.
El Día más ALENTADOR: Fue cuando me abrazaste.
El Día más GRACIOSO: Fue platicando contigo de cualquier tontería.
El Día más LARGO: Fue cuando no te ví.
El Día más DIVERTIDO: Fue cuando me hiciste tus bromas.
El Día más BRILLANTE: Fue cuando sonreíste.
El Día más NEGRO: Fue cuando enfermaste.
El Día más ALEGRE: Fue cuando compartiste conmigo.
El Día más FRÍO: Fue cuando me ignoraste.
El Día más DESESPERANTE: Fue cuando no me escuchaste.
El Día más RELAJADO: Fue trabajando contigo.
El Día más ESPIRITUAL: Fue rezando contigo.
El Día más VERGONZOSO: Fue quedando mal frente a ti.
El Día más IMPACIENTE: Fue cuando no sabía de ti.
El Día más CANSADO: Fue trabajando sin ti.
El Día más ANGUSTIANTE: Fue cuando te oculté algo.
El Día más FELIZ: Fue cuando me llamaste "mi amigo(a)"
1 COMENTARIOS:
imagino que esta reflexión tiene una muza inspiradora, cada día trae sus propias cosas, es una receta diaria...una pizca de alegria, otra pizca de sosobra...un tanto de ilusión y otro de desilusión y finalmente el dia de mañana nunca será como el de hoy, no sabría si mejor o peor por que no hay nada mas incierto que el mañana eso es talvez lo MAS importante que he aprendido con los años...una verdad tan obvia pero que no la comprendemos sino caida tras caida y no es que sean malas las caidas...por que todas ellas nos van llevando a un triunfo, grande o pequeño pero al final de cuentas un triunfo.
Gracias Hazziel, por que en tu blog encontre tambien un lugar para volcar mis propias reflexiones... un beso, Nydia
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