Esa noche desperté súbitamente, eran las dos y media de la mañana, nada se oia en el resto de la casa.En el jardín, el viento bailaba con las hojas de los árboles....
...de repente, sentí que tenía el rostro húmedo y me dí cuenta que estaba sudando, que mientras dormía sudé como el poto de Satanas; pero ¿por qué?, ¿por qué estaba sudando?. Todos sudamos por nervios, por cansancio, por esfuerzo, por movimiento...

...y también por temor.

Aunque me había despertado, cerré los ojos nuevamente, recordé, volví mis pasos, retrocedí los minutos, las horas en mi cerebro, hasta las 2 de la tarde del día anterior....¡Oh dios, ahora me dí cuenta! ¡sabía porque estaba sudando!...había tenido una pesadilla, una tormenta disfrazada de sueño que me hizo despertar en medio de la paz que usualmente deben traer los sueños.

¡Maldito atrapasueños! ¡¡¡cuando debes funcionar no lo haces, me llegas al pincho!!! - pensé mientras dirigí mi mirada hacia el techo desde donde colgaba, justo sobre mí cabeza, un antiguo atrapasueños que compré hace mucho en una tienda del centro de artesanías de Santo Domingo, ahí, a un costado de la plaza de armas.

Lo que pasó esa tarde me dejó reseteado, colgado, en shock, en coma, inválido de mente y reflejos...si me hubieran preguntado como subía una escalera, hubiera respondido que las subía bajando... :S

...esa tarde, mis labios solo soltaron palabras descuartizadas por el miedo y la sorpresa, lo mejor de todo fue que lo que apenas dije me hizo quedar como el Señor de los Webones. Y digo lo mejor porque hay más niveles de estupidez...y ahora que recuerdo lo que le dije, me quiero cortar un chicho y quedarme impar:

-Que blandas las tienes.

La frase no terminó de brotar completa porque fue asesinada por una cachetada contundente y violenta que me volteó la cara de ida y vuelta, y por un instante hasta el futuro ví. Así fue de extrema la cachetada que llego a mi rostro...

...una cachetada de la chica a quien habia decidido conquistar.

CONTINUARÁ...